¿Por
qué una niña iba a querer cambiar sus ojos marrones por unos azules? Esta es la
pregunta que plantea Toni Morrison en su novela. La obra gira en torno a
Pecola, una niña fea de 11 años afroamericana. Siente el anhelo de parecerse a
Shirley Temple y tener unos ojos azules. Es una niña que acepta el rechazo racista
como algo evidente. La historia transcurre en 1941 en Lorain, Ohio, en el mismo
lugar donde nació la autora.
La
novela se estructura en cuatro partes, marcadas por las cuatro estaciones del
año: otoño, invierno, primavera y verano. En el texto hay varias voces
narrativas, una de ellas es la de Claudia, amiga de Pecola, que cuenta la
triste historia de su amiga negra y de cómo llega a quedarse embarazada de su
padre. Las palabras iniciales de Claudia presentan tanto para ella como para su
hermana Frieda un suceso terrible: “Aunque
nadie diga nada, en el otoño de 1941 no hubo caléndulas”. Ambas pensaron
que era porque Pecola iba a tener el bebé de su padre: “Creímos entonces que si las caléndulas no habían crecido era debido a
que Pecola iba a tener el bebé de su padre”. No obstante, las semillas de
caléndula que simbolizan la esperanza de las niñas no dieron fruto, con lo que
el bebé de Pecola murió.
La
familia de Claudia acoge a Pecola debido a que su padre, Cholly, quema su
propia casa, dejando a toda su familia sin hogar. Es en la casa de la familia
de Claudia el lugar donde por primera vez le viene la “ministración” a Pecola.
Tanto Claudia como Frieda la ven mayor y la asocian con el hecho de que ya
puede tener hijos.
Pecola
vive en una sociedad racial, nadie en el colegio la respeta, de ahí a que ella
se vea encerrada en un círculo formado por chicos, que le cantan una y otra vez
“Negrita Negrita tu papi duerme en
cueros”. Las únicas amigas que tiene y son las que la defienden son las
hermanas Claudia y Frieda.
Pecola
y su familia vivían en un almacén abandonado en la esquina sudeste de Broadway
y en la calle treinta y cinco (Lorain, Ohio). La superficie del almacén estaba
dividida en dos habitaciones por medio de tabiques de fibra de cartón que no
llegaban al techo. Había un cuarto d estar que la familia llamaba cuarto
delantero. En este cuarto había dos sofás, un piano y un árbol de Navidad
artificial. El dormitorio tenía tres camas una de hierro para Sammy de 14 años,
otra para Pecola de 11 años y, una cama doble para Cholly y la señora
Breadlove. La cocina estaba detrás y era una habitación aparte. En el
apartamento de arriba del almacén vivían tres putas que querían mucho a Pecola,
además se portaban muy bien con ella: China, Poland y Miss Marie.
Además
de hacernos ver la horrible historia de Pecola y la de su familia, Toni Morrison dan nos obligar a ver las
miserias de otros personajes como la de Soaphead Church, el curandero y adivino
al que recurre Pecola pidiéndole ojos azules. Él sabe por qué ella los quiere,
y siente rabia porque no puede dárselos. Por
eso la engaña, diciéndole que le dé al perro de fuera una comida, y si
animal actúa de un modo extraño, el deseo de Pecola se cumpliría. El hombre
destrozado por la falta de amor le escribe una carta a Dios en la que le acusa
de no hacer bien su trabajo, de no atender a las necesidades de gente. El
curandero en la carta le dice que como Él no ha respondido a las oraciones de
la niña, él mismo ha tenido que jugar a ser Dios.
Al
final de la novela solo Claudia y Frieda desean que ese bebé nazca. Las niñas
no creen que pueda bastar pedirle a Dios por el bebé de su amiga Pecola, por
ello, a “modo de ritual” las niñas entierran el dinero con el que se iban a
comprar las bicicletas y siembran las semillas de caléndulas, pero las
caléndulas no florecen y el bebé muere.
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